viernes, 31 de octubre de 2008

Al fin soy libre

Bueno, pues al final, con susto de por medio y todo, soy libre. He conseguido medio enmendar lo que mi madre (en toda su buen intención, espero) me hizo sin yo pedirlo ni quererlo ni tener posibilidades de negarme.

Aquí está la prueba:

Cita nº 112

"Tratar con las discográficas es como cuando el niño del Sexto Sentido trataba con Bruce Willis: tratas con alguien que ya está muerto y el pobre no se ha dado cuenta."

jueves, 30 de octubre de 2008

Reír por no llorar 2

Aunque ya había puesto un vídeo a principios de mes explicando la crisis en clave de humor inglés ahora os vuelvo a traer un vídeo similar, esta vez con la crisis comentada por un vejete muy simpático. Os dejo la teoría ninja (que no es tal teoría, sino la pura realidad) contada en el programa de Buenafuente:

sábado, 11 de octubre de 2008

El Gen Egoísta

"El gen egoísta" (The Selfish Gene)
Richard Dawkins
Salvat Editores SA
ISBN: 9788434501782

Bueno, reabierto el blog, ya había retomando las recomendaciones musicales, así que ahora le toca a las reviews de libros. Y éste corría especial prisa teniendo en cuenta que hace ya un mes que lo terminé... 
Pero bueno, vamos al meollo de la cuestión. Para empezar creo que hay que aclarar que "El gen egoísta" NO trata ni de que el comportamiento humano está dominado por los genes, ni de que los genes sean, literalmente hablando, egoístas o tengan cualquier otro tipo de motivación consciente, ni mucho menos. El título no es más que una metáfora. Y aclaro esto porque ya han sido varias las personas con las que he comentado que había leído este libro y me decían algo del estilo de "ah si me suena, va de una teoría que dice que los genes nos controlan". Y no sólo en la calle, como el propio Dawkins explica en varias notas a pie de página, muchas de las críticas que ha recibido su libro vienen de malentendidos o en muchos casos de ni siquiera haber leído el capítulo entero, y eso que Dawkins reitera siempre cuando está utilizado metáforas... pos na, mucha gente saca trozos de texto y claro, sin contexto, se prestan a simplificación y malinterpretación.

Aclarada ahora esta cuestión, veamos ahora cual es la teoría que pretende exponer "El gen egoísta". La teoría de Richard Dawkins es que la unidad de selección fundamental no es ni la especie, ni el grupo, ni tan siquiera el individuo como se venía pensando (y se sigue pensando por parte de la comunidad científica) sino el gen. Pero ojo, el concepto de gen que utiliza Dawkins en esta teoria es el de aquello que se separa y recombina con frecuencia apreciable y exclusivamente éste. Asimismo, hay que entender que cuando se habla de un gen para el comportamiento x, no se está diciendo que haya un único gen que determine ese comportamiento, sino que la presencia de un alelo u otro, a igualdad de todos los demas genes, tiene como consecuencia comportamientos diferentes, lo que a su vez hace que cuando la selección natural actúa seleccionando un comportamiento u otro, en realidad está seleccionando genes. Y repito, no hay genes individualizados para un comportamiento. Puede ser que un determinado comportamiento necesite 48 genes para producirse, pero se trata de que el cambio en unos de estos genes, permaneciendo los otros 47 iguales puede producir una diferencia, leve o no, en este comportamiento. De esta forma, la selección natural actúa haciendoo predominar unos alelos u otros en el acervo genético. Y esta idea es fundamental en el libro, original de Wilson, que ya la había introducido en su Sociobiología de 1976.
Dawkins es etólogo, y por tanto, el libro trata de comportamiento animal, pero sin embargo, los mecanismos evolutivos de los comportamientos son aplicables también a todas las demás características de los seres vivos.

En los sucesivos capítulos, Dawkins va aplicando esta teoría para explicar diversos comportamientos del reino animal, de paso que desmonta la selección de grupo y explica entre otras cosas la selección de parentesco y el comportamiento de los insectos sociales a la luz de esta nueva teoría, algo que no se podía explicar satisfactoriamente con la selección de grupo.
En estos capitulos, vamos descubriendo que analizados en profundidad todos los comportamientos animales que a simple vista parecen altruistas ('por el bien del grupo') no lo son tanto, sino que buscan siempre el mayor beneficio posible en una situación dada.
Además, Dawkins nos introduce en el concepto de las Estrategias Evolutivamente Estables (EEE) para explicar que aunque comunmente se tiene la idea de que siempre la evolución va dirigida a conseguir "la mejor" adaptación, en el caso de los comportamientos no sucede así, sino que predomina aquella o aquellas estrategias que son capaces de desenvolverse bien ante cualquier otra estragia de comportamiento. Para profundizar más en este aspecto concreto, Dawkins recurre al Dilema del Prisionero y la teoría de juegos de Axelrod, y este ha sido precisamente uno de los aspectos que más interesante y sorprendente me ha parecido.

Por último, Dawkins, sin entrar en si la idea original es suya o o, introduce en este libro el concepto de Meme y Memética, que no es más que la teoría del gen egoísta aplicada a las ideas o "unidades culturales" por así decirlo. Así por ejemplo, la religión católica es un meme, que ha tenido mucho éxito al extenderse en el acervo de memes debido a que tiene varias características que ayudan a su difusión. La propia teoría del gen egoísta también es un meme, que aparece en el acervo de memes y en este caso ha tenido éxito y se ha extendido. Realmente, pienso que la memética es una idea muy sugerente y atractiva (otro meme xD) con gran capacidad de explicación.

Todo esto que he comentado, escrito por mí, puede parecer un tostón infumable, pero no, porque Dawkins es el mejor divulgador científico que he conocido. Se puede discrepar de sus teorías, pero eso hay que reconocérselo. Y sin duda, "El Gen Egoísta", en su brevedad y aparente sencillez, profundida mucho más de lo que se podría pensar, y de hecho, el propio Dawkins dice en el prólogo que está pensado tanto para legos en la materia como para estudiantes de Biología.

Sin duda, un libro muy recomendable si te interesa la Biología Evolutiva. A mí me ha parecido muy interesante y su lectura es muy amena, aunque a veces haya que pararse para entender bien algunos conceptos. Y desde luego, pienso leer en cuanto pueda "El fenotipo extendido", obra culmen de Dawkins y donde amplía y profundiza más en su teoría del gen egoísta.

¿Hay alguien ahí?

Leo hoy en Público este artículo de opinión de Jesús Maraña, que me ha parecido muy, pero que muy necesario:

"Un aviso para quienes ya andan festejando el fin del capitalismo salvaje: lo primero que hicieron los más altos ejecutivos de la aseguradora AIG después de hundir la compañía fue gastarse 450.000 dólares en un resort de lujo en California para celebrar que el Tesoro de EEUU acababa de apoquinar 85.000 millones de dólares con los que tapar el agujero. “Es una práctica común en esta industria premiar a los mejores directivos por su trabajo”, explicó el portavoz de AIG. ¡Con un par! De bonus. A este lado del charco, ayer mismo organizaba un almuerzo para 50 invitados en el mejor restaurante de Mónaco el desaparecido banco Fortis, cuyos restos han sido engullidos a precio de saldo por BNP Paribas después de un buen empujón de ayuda pública. Factura: 150.000 euros.

El ciudadano perplejo contiene su indignación bajo los efectos ansiolíticos de un mensaje letal: el Estado no tiene más remedio que acudir al rescate de los bancos en quiebra para evitar que todo el sistema financiero se estrelle. Dicho de otro modo: si no se ayuda a los multimillonarios, la clase media perderá sus ahorros. Y en esta atmósfera cortada a cuchillo por un negro presagio cada media hora, ciertas voces empiezan a preguntarse: ¿hay alguien ahí? ¿A qué se ha dedicado la izquierda intelectual y política durante esta década prodigiosa? ¿Es que no disponía de un solo sismógrafo que vaticinara el terremoto?

Sostiene José Saramago en su blog personal que “la izquierda ni piensa ni actúa ni arriesga una pizca; asiste impávida en su cobardía a la burla cancerígena de las hipotecas de Estados Unidos”. El Premio Nobel portugués recupera su polémica sentencia de que “la izquierda no tiene ni puta idea del mundo en el que vive”. A la hora de hacer autocrítica, desde luego, no se conoce pensador neocon capaz de azotar con esta saña a su propia ideología.

El largo silencio

Resulta demasiado simple reprochar a la izquierda europea o a los liberales norteamericanos que se hayan instalado en el silencio de los corderos mientras el neoliberalismo galopaba felizmente sobre la grupa de la globalización. El proceso ha sido un poquito más complejo. Primero fue el rechazo al marxismo a finales de los setenta; diez años después cayó el Muro de Berlín y la derecha se hizo dueña y señora de las banderas de la libertad y del progreso. Cualquier advertencia sobre los peligros que acarreaba la denigración absoluta del Estado era percibida como “conservadora y trasnochada”, simples palos en las ruedas de un proceso que nos llevaba en volandas al mundo feliz del éxito urgente, el coche de importación, el chalé adosado, el colegio de pago y las vacaciones caribeñas.

Para imponer las reglas de juego del libre mercado, la desregulación casi total y el individualismo a ultranza, a la derecha siempre le ha sobrado lo que le ha faltado a la izquierda: unidad de acción y recursos casi ilimitados de proselitismo. Los think tank de los neocon en Estados Unidos manejan unos fondos dinerarios que las fundaciones progresistas europeas no llegarán a oler en su vida. En revistas políticas, universitarias, en libros de tirada reducida y en un puñado de cabeceras periodísticas claro que han aparecido en estos años centenares de ensayos en los que se advertían los peligros del capitalismo salvaje, la globalización financiera o el fusilamiento de papá Estado. Y hasta se proponían alternativas que alejaban a la izquierda tanto del colectivismo fracasado como de una indigestión de liberalismo. Pero esos mensajes no podían calar en una red mediática también globalizada y manejada precisamente por los mismos que participan de la financiación de los grandes tanques del pensamiento neocon. Aznar, con su inglés chusco y su megalomanía, lo supo ver en tres patadas y montó aquí su macrofundación FAES antes de abandonar la Moncloa. Zapatero también lo ha visto, y ha encargado a Jesús Caldera organizar el carajal de pequeños centros de pensamiento en los que la izquierda de por aquí pierde más tiempo en puñaladas dialécticas que en armar un discurso progresista de futuro. La derecha tiene un carrefour de las ideas mientras la izquierda sobrevive con sus tiendas de la esquina. Las propuestas que giran en torno a conceptos como ciudadanía, republicanismo, no dominación, bienestar, Estado social… se quedan en tertulias de café sin una plataforma potente de comunicación.

A la defensiva

Así que no es que la izquierda intelectual se quedara muda, sino que no había forma de escucharla. No ha estado muda, pero sí a la defensiva. Y acomplejada. Lo explica muy bien Tony Judt, catedrático y director del Instituto Remarque: “Mientras la izquierda europea no reconozca su antigua tendencia a preferir el poder a la libertad, a ver algo bueno en todo lo que hacía una autoridad central progresista, dará la espalda al futuro abochornada: defendiendo al Estado y disculpándose por ello al mismo tiempo”. Algunos sectores de la izquierda se han prestado incluso (inocente o interesadamente) a ejercer de filtro ético para los pilares de la misión neoliberal. Por ahí siguen danzando intelectuales progresistas que justificaron la Guerra Global contra el Terror y que ahora culpan a Bush no por haberla inventado, sino por haberla ejecutado mal.

Es imposible calcular las consecuencias que el cataclismo financiero tendrá sobre los cimientos ideológicos del siglo XXI, a derecha e izquierda, en EE UU y en Europa. Pero no es arriesgado aventurar que el neoliberalismo intentará reconstruir su Monopoly como ya hizo tras el estallido de burbujas anteriores. Lo importante es saber si la izquierda ha aprendido la lección y destierra los complejos o una vez más se limita a colaborar en la recogida de los escombros. ¿Pagar con dinero público las juergas de Fortis o de AIG? ¡Pero qué broma es esta!"

viernes, 10 de octubre de 2008

jueves, 2 de octubre de 2008

ODIO a Telefónica

Llevo 3 meses intentanto que Movistar me de de una puta vez el cógido para liberar mi teléfono móvil viejo, que adquirí en su día con portabilidad cuando me pasé a Movistar (no se qué demonios estaría pensando), y que a todos los efectos ya es mío una vez cumplidas las obligaciones legales con Timofónica. Pero, a ellos, les da igual que yo tenga derecho a usar mi teléfono móvil con una SIM del operador que me salga de los cojones. 

La primera tomadura de pelo viene ya cuando en Julio llamo y me dicen que ellos no tienen el código, que se lo tienen que solicitar a Sony Ericsson (sic). Mienten casi con tanta facilidad como los del PePe, hay que joderse. Acepto la mentira por no discutir. 15 días hábiles me dicen. Como en Agosto estuve liado no llamé. Llamo en Septiembre. Me dicen que ha habido un problema y que me vuelven a hacer la solicitud. Bronca del copón con la señorita y le acabo colgando de muy malas maneras. Hoy llamo de nuevo. No les funciona el sistema por obras de mejora... y aquí sigo, tres meses después y sin poder usar un móvil que legalmente es mío porque a los muy hijos de puta de timofónica no les da la gana de facilitarme un código al que tengo derecho. Eso sí. En cuanto libere mi teléfono se pueden olvidar de mí, porque me voy a dar de baja y me paso a Simyo y os animo a todos a que hagáis lo mismo.

Os dejo un vídeo que ilustra muy bien mi situación.


miércoles, 1 de octubre de 2008

Reír por no llorar

Aquí traigo esta fenomenal explicación de la crisis financiera en clave de humor inglés. El final es sencillamente genial.




Vía | Guerra Eterna