Hace ya casi 4 meses, allá por principios de Julio comencé a preparar el examen MIR, al que me presentaré el 23 de Enero de 2010, y simultáneamente empecé también a practicar un poco de deporte por aquello de no pasar todo el día sentado estudiando sin hacer otra cosa. Y es que 6 años de carrera después, estaba ya un poco cansado de tanta vida sedentaria y de algunos kilos de más, así que nada mejor que correr (barato y sencillo) para poner arreglo a tanta inactividad.
Tuve la inmensa suerte de tener un amigo que lleva tiempo en esto del atletismo y que fue el que más empeño puso para formar un pequeño grupo de amigos para empezar a entrenar prácticamente de cero. Y menos mal que fue así, porque en mi caso estaba en una mala forma increíble; desde primero de carrera, no había practicado ningún deporte y eso se nota.
El caso es que una vez tomada la decisión de correr con cierta regularidad, había que marcarse un objetivo y no podía ser otro que la Carrera Pedestre de Santiago de Compostela, el último domingo de noviembre, probablemente la carrera popular más "popular" de Galicia, 4 meses para prepararla y mucho que entrenar.
El domingo amaneció casi temeroso, con apenas unos rayos de sol sobre el horizonte. El sábado había estado lloviendo gran parte del día y parecía que el domingo también iba a llover (70% de probabilidad de precipitaciones decían las predicciones) pero al final, parece que el sol se atrevió a salir y aguantó seminublado tirando a despejado toda la mañana. Ya en la Praza do Obradoiro, la gente recogiendo sus dorsales, se olía el ambiente festivo, pero cuando entré en la Avenida de Xoan XXIII aquelló me dejó atónito. Nunca había visto tal cantidad de gente en una carrera popular (al menos, no una en la que fuera a participar yo). Absolutamente impresionante.4627 atletas inscritos por lo visto. Caras conocidas de entrenar en la Alameda, saludos, empujones para coger un buen sitio en la salida... pero allí estaba finalmente, con un nudo en el estómago pensando en que esto era para lo que habíamos estado entrenando 4 meses y que ahora no había lugar para el fracaso. Había que terminar la carrera sí o sí, pasara lo que pasara. Y sonó el pistoletazo de salida. Aunque estaba situado bastante adelantado, lo que vi me dejó boquiabierto. Una auténtica marea humana comenzó a subir por la cuesta de Xoan XXIII en dirección a San Caetano. No se podía ver el asfalto, solo las cabezas de los atletas ocupando los cuatro carriles y las aceras de la calle. Un grupo de atletas de la BRILAT que parece ser que corren todos los años cantando detrás. Absolutamente increíble.
Los kilómetros fueron pasando y yo corrí a mi ritmo, lento pero constante, sintiéndome mejor de lo que esperaba. Pero entonces, más o menos en el km 9 llegó el coco. La cuesta de Vite. Con no poco sudor y mucha fe al final la subí y hasta aceleré de ritmo en San Roque hasta entrar en la zona vieja por la Algalia. Ahí se me acabó el fuelle y los últimos 1500 metros fueron un mero ejercicio de "por mis cojonones", puro sufrimiento y dolor, llevaba un punto de esos que apenas te dejan respirar, solo quería terminar ya y cada metro se me hacía una eternidad. Pero finalmente llegó la última curva, la entrada en el Obradoiro, esprinté, eché todo lo que me quedaba y crucé la meta tras adelantar a varios corredores. Al final tardé 1 hora 5 minutos y 31 segundos (es decir, a un ritmo semidecente -5:28 el km-), que aunque sea un tiempo horrible para gente habituada a correr, para mí ha sido todo un reto. En estos 4 meses pasé de apenas aguantar un par de kilómetros a trote borriquero a ser capaz de terminar los 12 km de la Pedestre. Un objetivo cumplido.
Hoy, dos días después, el cuerpo aún sufriendo las consecuencias del domingo, pero muy satisfecho de lo conseguido, puedo decir que he recuperado la sana práctica deportiva, que espero mantener en el futuro inmediato, y ya se sabe, anima sana in corpore sano.
Ahora, la próxima meta es el MIR, para el que faltan 3 meses. Ya he pasado el ecuador de la preparación y las bases de mi preparación ya casi han sido sentadas y ahora que he comprobado que no hay nada que no se pueda conseguir a base de esfuerzo toca seguir exprimiendo las neuronas otros 3 meses, pero afronto el futuro con tranquilidad y estoy convencido de que llegado el día estaré menos nervioso que este domingo antes de correr.
Editado: clasificación final
El hundimiento
Hace 22 horas
2 comentarios:
fue una bonita experiencia, una forma de trabajar la superacion personal y sentirse poderosa :)
Me gusta como lo describes!!
Yo a un trote mucho mas lento (tb partía de una base mucho peor) pase por fases parecidas durante la carrera.
Me gusto mucho poder correr por mi ciudad adoptiva, por el medio y medio de la calle, con un monton de expectadores animandome!!!..... y entonces llegó Vite y la magia se rompió XDDDD pero bueno, una vez has corrido 9 km, no vas a rendirte a 3 del final... llegas sea como sea... y q bien te sientes una vez lo has conseguido :P
Bonita cronica... congratulations por acabarla que es lo importante.
Suerte con la otra carrera ahora ;)
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