lunes, 20 de noviembre de 2006

El Ilusionista

A veces uno puede intuir cuando una película va a ser buena antes de verla e incluso cuando el trailer no te ha gustado demasiado. Éste fue el caso de El Ilusionista. Edward Norton y Paul Giamatti en la misma película prometían mucho, y desde luego no defraudan.

La película, haciendo honor al título, es casi como una ilusión que empieza desde el primer momento de metraje. Al estilo clásico, lo primero que vemos son los créditos en blanco sobre fondo negro y acompañados de una hermosa música, todo lo cual empieza a crear el ambiente en el que vamos a entrar: la Viena de finales del XIX. La historia comienza in medias res con la detención de Eisenheim el ilusionista (Norton), el protagonista de esta historia. A partir de ahí, el inspector Uhl (Giamatti), hace un relato de todo lo ocurrido, desde la infancia de Eisenheim hasta el momento presente, tras lo cual el final se precipita y termina la película. Sin duda, creo que es el montaje perfecto para esta película, y seguramente con cualquier otra forma de contar la historia hubiese perdido mucho.

La historia en sí es encantadora, deliciosa, mágica, preciosa, casi sublime. Yo la definiría como un cuento para adultos: un cuento sobre cómo el ilusionista Eisenheim tuvo que hacer frente a las vicisitudes del amor prohibido. Y digo que es un cuento porque toda la historia va aderezada con los espectaculares trucos que le vemos hacer a Eisenheim, y que no sabemos muy bien si son ilusiones, o si realmente el protagonista habrá conseguido en sus viajes algún tipo de poder sobrenatural. Esto por supuesto, no sería posible sin los efectos especiales, que son absolutamente soberbios. Y para mí, esa es precisamente la clave de toda la historia y lo que la hace tan maravillosa: las ilusiones. Como pude leer en una crítica con la que coincidido plenamente: "una delicia visual".
También contribuye a este espectáculo visual la fotografía, un tanto oscura y misteriosa, pero que crea la atmósfera ideal para el desarrollo de la historia.
La ambientación histórica, tanto a nivel de vestuario como de escenografía es fantástica y totalmente adecuada, lo que también ayuda a crear esa atmósfera de cuento misterioso que rodea la película.

Mención aparte merecen los dos protagonistas. Tanto Norton como Giamatti están soberbios, y se comen la pantalla en todo momento. Cada uno con su estilo, hacen a sus personajes absolutamente creíbles y humanos, sobre todo Giamatti. Desde luego, el inspector Uhl no hubiera sido el mismo si lo llega a interpretar otro.

La música también resulta muy adecuada para la película, como no podía ser de otra manera en una banda sonora de Philip Glass, dando a cada escena la intensidad necesaria, pero sin pasarse.

Por todo ello, El Ilusionista es una película que me ha encantado de principio a fin, llena de sorpresas, y que me ha sorprendido mucho a nivel de dirección, pues no me esperaba una factura tan perfecta de un director con tan poca experiencia como es Burger.

Mi puntuación | 8,5 sobre 10

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí también me gustó mucho. Coincido en lo de "cuento para adultos" aunque sí que me pareció un pelí previsible.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con esta crítica. "El Ilusionista" es una película que atrapa, fascinante y entrañable, ha pasado a figurar parte de mis favoritas. No hay que olvidar que para los gustos se inventaron los colores, pero el trabajo realizado en esta película es como un espectáculo de magia en el cual disfrutas de principio a fin.