Sin embargo, y pese a haber visto cosas similares en el pasado, no puedo dejar de sentir repugnancia y asco por el tratamiento que la mayoría de la prensa internacional está dando a este conflicto, inventándose una realidad ficticia alternativa donde parece que Georgia nunca atacó Osetia del Sur la víspera de la inauguración de los JJOO, sino que es "víctima" de un ataque de Rusia, que no ha hecho más que responder al asesinato de soldados rusos de paz en misión internacional que estaban operando en Osetia del Sur. Realmente no me entra en la cabeza como se puede llegar a los actuales extremos de manipulación mediática, donde la verdad no importa lo más mínimo.
En fin, estos son algunos links de la prensa internacional que me han parecido muy interesantes:
- This is a tale of US expansion not Russian aggression (Guardian.co.uk)
- Georgia War a Neocon Election Ploy? (Truthdig)
- Carne de cañón para el mercado (Granma)
Por último quiero destacar 2 comentarios que me han parecido muy acertados respecto a este artículo de Javier Ortiz en Público.es:
@us
"Pronto habrá quien diga que se trata de una guerra de independencia. Pero a mí me parece poco probable que una confrontación armada de estas dimensiones pueda producirse porque unos cuantos miles de ciudadanos quieran cambiarse de nacionalidad, así, sin más. Eso mismo ocurre en el país vasco desde hace más de cuarenta años sin resultados similares.
Una guerra no es nada parecido a unos mozos lanzando cócteles molotov, ni a las andanzas criminales de cuatro encapuchados (pistola en mano.) La guerra ( y sus efectos: bombardeos, enfrentamientos armados, destrucción de infraestructuras, “daños colaterales”) es una institución que necesita importantes apoyos económicos y políticos. Debe estar promocionada y subvencionada por instituciones aún más poderosas (Estados, organizaciones militares, coaliciones gubernamentales). Las partes que intervienen en ella deben sentirse respaldadas por las fuerzas destructivas que poseen y dirigen potentes industrias promotoras de conflictos.
Qué motivos particulares mueven a esas grandes potencias promotoras es más complicado de ver. Cualquiera sabe. Es más fácil, para entenderlo, extraer el factor común de todas las guerras de las últimas décadas: la lucha por el control del petróleo.
Esta sí es una clave. Pero no olvidemos que el petróleo, en definitiva, significa poder: sobre el consumo y sobre la producción. ¿Y consumir y producir no son algunas de las motivaciones sociales más generalizadas en nuestro mundo artificial? ¿Y no participamos todos -desde los que están en la cúspide de la pirámide hasta los que la sostienen desde la base- en esos artificios? Si alguién quiere pensar en los motivos de esta guerra puede mirar hacia Rusia o hacia la OTAN, a Georgia o a Osetia del Sur. Pero tal vez deba pararse a hacerlo cuando cada mañana enciende el motor de su coche para ir a trabajar."
C.C.R.
"Muy cierto. Obviamente la democracia rusa no es ejemplar, ni muchisimo menos. (Como tampoco lo es la georgiana, en la que en menos de 20 años han tenido tiempo de sufrir una guerra civil, dos guerras exteriores, tres golpes de estado, y numerosos altercados menos graves, y el presidente Saakashvili, iluminado ultranacionalista, se permite jurar sobre tumbas de reyes medievales que conquistará la ”gran georgia”, ademas de mandar ocupar con el ejercito televisiones, así como otras menudencias de ese jaez).
Pero a estas altura de la película, cualquiera puede ver que cualquier concesión de Rusia, unicamente le sirve para tener que hacer nuevas concesiones a medio plazo. Se vio con Kosovo, y si no se plantan en algún momento, los misiles americanos terminarán apuntando al Kremlin desde los arrabales de Moscú. Y tampoco es eso."
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