"No se mata un soplo, un viento, un olor, no se matan los sueños ni las aspiraciones. Dios, forjado por los mortales a su imagen hipostasiada, solo existe para facilitar la vida cotidiana a pesar del camino que cada cual ha de recorrer hacia la nada. Puesto que los hombres han de morir, parte de ellos no podrá soportar esa idea e inventará todo tipo de subterfugios. No se puede asesinar un subterfugio, no es posible matarlo. Más bien, será él quien nos mate; pues Dios elimina todo lo que se le resiste. En primer lugar, la Razón, la Inteligencia, el Espíritu Crítico. El resto sigue por reacción en cadena..."
domingo, 2 de noviembre de 2008
Cita nº 114
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