viernes, 16 de enero de 2009

Entrevista a Leo Bassi

La podéis leer en Público.es, pero me han gustado especialmente algunas respuestas:

¿Pero porqué apuntar ahora las críticas a la izquierda en su nuevo espectáculo?
La ultraderecha lo tiene clarísimo. Puede llegar a matar por sus ideales. Pero la izquierda parece que no saben cuáles son sus ideas. La utopía debería ser para la izquierda lo que la fe para los creyentes. Pensé en hacer un espectáculo para recordar a la izquierda cuáles han sido las utopías. Y por qué falta pasión, por qué existe este vacío ideológico... ¡Hablar de utopías es casi peyorativo! Eres un loco, un atrasado, un progre sin reformar.

¿Y por qué no buscar la responsabilidad de la derecha?
La derecha puede matar para defender los ideales. Hay algo pasional y atávico en la derecha, que es más instintivo. Conservan las cosas de una manera esencial. La derecha es neolítica, animal. Nosotros tenemos que auto convencernos con la misma intensidad. Para la derecha la izquierda es superficial, infantil. Pero no tienen cojones. Los neocons tienen un deber frente a la historia, el destino y a Dios. Son unos hipócritas. Porque se puede ser conservador si no viajas, si te quedas en tu pueblecito. Pero...

¿Y dónde está la izquierda ahora, en plena crisis capitalista?
¡Dando dinero a los bancos! La crisis no es pasajera. Es estructural, profunda y filosófica. La crisis toca el dogma del mercado libre. Estamos viviendo la decadencia de los dogmas de la derecha y en lugar de aprovechar la oportunidad, la izquierda tiene pudor, miedo. En Utopía abro champán para celebrar la caída de los dogmas, del capitalismo salvaje. Hay que romper dogmas, de verdad.

¿Y con qué se encontrará el público en Utopía?
Profundizar en lo que nos diferenció de los neardentales. El hombre deja de ser animal, se enfrenta al fuego y no tiene miedo. El tipo que descubrió el fuego era anarquista. ¡Todos decían, no toques el fuego! E innovó. Tenemos que ser dueños de nuestro destino. La iglesia no nos quiere como dueños. No quiso la manzana de la sabiduría para el hombre. ¡Por una falta de humildad! La derecha es conservar. La izquierda inventar. La derecha, cerrarse. La izquierda, abrirse. La derecha controlar.

Volviendo a la izquierda. Cuando la izquierda llega a América Latina, el mundo mira a otro lado. Se demoniza a Chávez...
En Bolivia, cuando se manifiestan se ponen todos en filas. Bien organizados. La fila española o europea es de darse de hostias, amogollonados. Intentado tener la pancarta. No hay espíritu comunitario. Morales y Chávez incentiva la cultura indígena que está despertando. Cuestionan incluso el hecho de ser occidentales. La revolución de Chávez es legítima. Pero la derecha no tiene miedo de la izquierda y se ríe de ella. Mira Italia, Berlusconi ha convencido a todo el mundo de que no hay otra manera de vivir, de consumir. No hay alternativa en Italia. Se debería enseñar a los niños en el colegio cómo es la publicidad. Que suben el volumen y te dan ganas de comprar. ¡Hay que vacunarles contra el sistema!

2 comentarios:

Alia dijo...

Y que hay del tan largamente alabado y respetado equilibrio?? Acaso no se pueden complementar idealismo y realidad?? No podemos conservar e inventar a la vez? ser prudentes y a la vez abiertos?
En fin, mientras derecha e izquierda se empeñen en criticarse mutuamente sin buscar soluciones a los problemas en comun que puedan satisfacer a ambos, no llegaremos a ninguna parte....

Ahores dijo...

Yo no creo en la disyuntiva derecha-izquierda. La derecha no es una ideología, la derecha no es más que la defensa acérrima del status quo por parte de los que son beneficiados por éste. Da igual la época, siempre ha sido así. La derecha es algo a erradicar, igual que el derecho de pernada o la pena de muerte. No hay más que eso, porque en las cosas importantes de la vida no hay medias tintas. Y te pongo un ejemplo, cual es el punto intermedio en la ¿igualdad entre heterosexuales y homosexuales? O se acepta o no se acepta, no hay posturas intermedias. Eso sí, no te quepa duda de que si vivieramos en un mundo donde la mayoria de la población fuera homosexual, la "derecha" de ese mundo sería una enemiga de la heterosexualidad.
Una ideología basada en defender "la tradición", "la moral" y paparruchadas de ese estilo no es una ideología. Es miedo a perder una posición de privilegio.