miércoles, 21 de junio de 2006

La farsa de Sadam Hussein

El juicio a Sadam Husein lleva ya 8 meses y al final, parece que se ve la luz al final del túnel y que podría haber una sentencia para el día 10 de julio. Hace un par de días, el fiscal del Tribunal Penal Supremo que juzga a Sadam pedía pena de muerte para el ex-dictador iraquí. Algunos a lo mejor creen que así se hace justicia, pero en realidad este juicio no es más una farsa con apoyo internacional. Vaya por delante mi más absoluto rachazo y desprecio por este sujeto, del que no me cabe duda de que es un criminal y un genocida. Pero a pesar de todo, Sadam tiene toda la razón al decir que dicho tribunal no tiene autoridad alguna para juzgarle, ni él tiene obligación de declarar nada ante ellos. Una cosa son los sentimientos subjetivos y otra muy distinta el derecho y la legalidad internacional.
Hagamos un repaso ligero de lo que ha ocurrido en Irak. Primero Sadam se convierte en Presidente de Irak en 1979 y continúa con una carrera política cargada de "purgas" y "limpiezas" de disidentes. Con una mano dura feroz se dedica a gobernar su pequeño imperio sin que a nadie le preocupasen sus actividades, más que cuando su ambición le llevaba a hacer guerras estúpidas contra sus vecinos, primero Irán y luego Kuwait. Aún así, durante muchos años fue financiado y armado por el gobierno de los USA, especialmente durante la época de Reagan y papá Bush. Eso sí, de cara a la galería le aplicamos un embargo internacional a Irak, de modo que mientras Sadam continúa con sus cosillas, el pueblo se muera de hambre. Y de paso, cambiamos petróleo iraquí por comida (eso sí, máximo respeto al embargo) y nos sale un oro negro a precio de saldo. Un negocio fenomenal mientras duró. Un buen día, Bush junior decide que no le gusta la situación y de forma totalmente unilateral, y sin autorización de la ONU decide invadir Irak por las malas. Así que dicho y hecho, con bastantes más dificultades de las previstas, el ejército de los USA entra en Irak y tras una sangrienta guerra que luego degeneró en una guerra civil, derrocó al gobierno de Sadam. Unos meses después, este fue capturado y encarcelado. Pero claro, había que hacer algo con él, así que no hay problema. Los USA crean un nuevo tribunal ex profeso para juzgar a Sadam, y por supuesto nombran a todos los miembros que lo conformarán. Empieza el juicio, y por supuesto Sadam se niega a reconocer nada y se sigue considerando Presidente de Irak. Y hasta hoy. Ésta es la situación.
No es muy dificil ver que todo esto es total y absolutamente ilegal. No se puede aceptar la invasión de país soberano por parte de otro, y mucho menos sin autorización de la ONU. En esa invasión resulta que además, también se contravino la Convención de Ginebra y se utilizaron armas y productos ilegales. Pero lo que ya roza el surrealismo del derecho es la creación de un tribunal para juzgar delitos aplicando leyes retrospectivas, tribunal que además está nombrado por el país invasor. Absolutamente inaceptable. Por mucho que Sadam fuese un dictador cruel, lo era de un estado soberano, y por tanto era un problema interno de dicho estado. Lo único que hubiera sido aceptable, hubiera sido una resolución de la ONU, y aún así tengo mis dudas. Ningún estado puede decidir lo que debe hacer otro estado soberano, o eso es lo que defiende el Derecho Internacional. Por un lado eso, pero es que por otro, no se puede crear un tribunal para juzgar delitos que no eran tal en el momento de cometerlos, por muy horribles que fueran esos delitos. Para eso está el Tribunal Penal Internacional de La Haya, que es el encargado de velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos, y el único que tiene potestad para juzgar crímenes de guerra y violaciones del derecho internacional o de los derechos humanos, como es el caso que nos ocupa.
No deja de ser curioso por tanto, que los USA, que tantas ganas tienen por juzgar y condenar a Sadam, no quieran reconocer al TPI, impidiendo así que dicha institución se consolide internacionalmente. Eso creo que entra en la definición de hipocresía, y eso sin entrar en términos más adecuados que describen la política exterior yanqui.
La razón de fondo por la que no podemos aceptar lo que está pasando es que, estamos abriendo la posibilidad a que en un futuro, los USA decidan por ejemplo invadir España porque no les gusta Zapatero, y que después creen un tribunal para juzgarle y condenarle. Sé que es exagerado, pero es exactamente lo mismo que ha pasado en Irak. Hay límites que no se pueden cruzar si no queremos sufrir sus últimas consecuencias.
Resumiendo, el juicio a Sadam es una farsa, y por mucho que este sujeto se merezca cosas mucho peores que la muerte, la ONU debería velar por el cumplimiento de la legalidad internacional e impedir que Sadam sea condenado por ese tribunal. Que los USA le entreguen y que se le juzgue en el TPI, pero no en Irak.

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