martes, 17 de noviembre de 2009

La mala educación

No, no voy a hablar de la película de Almodóvar, sino de la mala educación que parece apoderarse de la sociedad. Y es que hoy tuve ocasión de presenciar uno de esos gestos que me repatean y me dan ganas de soltar unas cuantas bofetadas.
Por la mañana cogí el autobús urbano para ir a hacer unas gestiones, en concreto uno de la línea 15, que va de un campus universitario al otro (así de chachis somos en Santiago, tenemos dos campus...), por lo que como es lógico el autobús va lleno de estudiantes universitarios, la élite intelectual del país que podría uno pensar. Sin embargo, para empezar observo atónito como una pareja de jovenzuelos (chica y chico) se sientan en dos de los asientos reservados para ancianos, embarazadas y discapacitados, pero no contentos con esto, cuando una adorable ancianita (de esas de pelo blanco, que parece que llevan los años marcados en la cara) subió al bus y fue a colocarse justamente al lado de ellos, no hicieron ni el más mínimo amago por ofrecerle su asiento a la pobre señora, que tuvo que ir de pie todo el trayecto. Dichos jovenzuelos, que bajaron más tarde, lo hicieron, cómo no, en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Y digo "cómo no" porque esta es la típica facultad (junto con Medicina, todo hay que decirlo) donde abundan los niñatos de papá, consentidos y mimados hasta extremos enfermizos. Un par de bofetadas a tiempo hubieran evitado la bochornosa escena de hoy. Por supuesto, con muy altas probabilidades, estos serán también el tipo de individuos que el día de mañana inscribirán a sus hijos en colegios privados (de misa diaria claro) para recibir la misma "educación" que ellos, para que no se junten con inmigrantes, hijos de soltera o de matrimonios homosexuales y demás gentuza de mal vivir. Lo dicho, ¡cuánto bien habrían hecho dos leches a tiempo!

viernes, 13 de noviembre de 2009

Como mínimo, curioso

"A cualquier persona con una mínima capacidad de observación le resultaría, como mínimo, curioso que el mayor imperio del mundo moderno haya dedicado, durante los últimos cuarenta años, miles de millones de dólares y cantidades infinitas de otros recursos para intentar acabar con un país diminuto que, en teoría, no supondría un peligro para nadie."
-Comentario visto en esta noticia de Público

martes, 10 de noviembre de 2009

Elfos ateos

"Nueve días más tarde, Eragon se presentó de nuevo ante Oromis y dijo:

-Maestro, anoche se me ocurrió que ni tú ni los cientos de pergaminos élficos que he leído mencionáis vuestra religión. ¿En qué creéis los elfos?

La primera respuesta de Oromis fue un largo suspiro. Luego dijo:

-Creemos que el mundo se comporta según ciertas leyes inviolables y que, mediante un esfuerzo persistente, podemos descubrir esas leyes y usarlas para predecir sucesos cuando se repiten las circunstancias.

Eragon pestañeó. Con eso no le había dicho lo que quería saber.

-Pero ¿qué adoráis? ¿O a quién?

-Nada.

-¿Adoráis el concepto de la nada?

-No, Eragon. No adoramos nada."




jueves, 5 de noviembre de 2009

La estupidez del capitalismo

¿Que quieres gastarte 94 millones de euros para "comprar" un tipo que da patadas a un balón (y que encima paga impuestos de pufo)? Sin problemas, allá cada uno con su dinero y toda esa demagogia barata...

¿Que necesitas 33 millones de euros para secuenciar el genoma de la práctica totalidad de especies de vertebrados? Ah, entonces tienes un problema amigo. Vete a llorar por ahí a ver si consigues que alguien te de el dinero. Si es que... ¡si os dedicárais a cosas importantes como jugar al fútbol!

En fin, creo que no hace falta decir nada más. Una vez más, la imbecilidad y la estupidez demuestran no tener límite. Siempre son capaces de ir más allá.