viernes, 18 de agosto de 2006

Ficción Histórico-Futurista

Hace algunos días leía esta entrada en uno de los blogs que leo habitualmente, Las Penas del Agente Smith. Es un texto original del autor (Rinzewind) y me ha hecho reír muchísimo, así que aquí os lo pego:

Cuadernos de Historia Española - Año 2142

Entrada 3.456.93-B: “De los eventos que rodearon la racionalización de las elecciones”

En los dos meses que precedieron a las elecciones del 26 de Marzo de 2108 se dieron de alta en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior y Asuntos Andorranos un total de 223 formaciones diferentes, que añadidas a las ya existentes arrojaban un total de 314 grupos. Algunos, como el Partido por la Legalización de la Heroína, no pudieron renovar su inscripción al no poder presentar a más de 50 miembros vivos plenamente humanos, tal y como estableció la reforma de la Ley de Ciudadanos Cibernéticos de 2105 (más en la entrada 3.405.02-A). Las nuevas normas establecidas para la legalización de los partidos políticos tras la Revuelta de Guadarrama ocasionaron que se establecieran alianzas allí donde previamente no había sido posible. El Partido Copero se presentó en coalición con el Grupo Liberal, después de que los primeros retirasen de su sede la momia de Federico Jiménez Losantos, famoso comentarista radiofónico de finales del siglo XX y principios del XXI que pasó sus últimos años en prisión al comandar un asalto al Palacio de la Moncloa junto con otro periodista y escritor, César Vidal, y un ex-terrorista, Pío Moa, el día siguiente al anuncio de ETA de abandono definitivo de las armas (más en la entrada 3.390.03-C). La intentona fue abortada por la Guardia Civil tras un soplo del mismo Vidal, que a cambio obtuvo un jugoso contrato para editar otros 50 libros al año siguiente.

La gran proliferación de las distintas agrupaciones fue, en gran medida, ocasionada por descontento debido al elevado precio del agua, a las condiciones precarias de los jóvenes “milloneuristas” (término de la época referido al sueldo medio de una persona de entre 20 y 90 años, en la arcaica moneda de la extinta Unión Europea) y a la aprobación de la Ley de Matrimonio Robosexual (más en la entrada 3.400.32-P), que las comunidades pijipis no llegaron a aceptar nunca en su totalidad. Se rumoreaba insistentemente que el precio del agua (3.000 rupias por 200 cl.) era debido a una burbuja hidrográfica similar a la burbuja inmobiliaria que hundió la economía española en el primer cuarto del siglo XXI.

Las encuestas, transmitidas por primera vez a través de la HoloRed, mostraban la disparidad de resultados habitual, aunque prácticamente todas daba por hecho que el Grupo Triunfito Independiente (GTI), formado con los ganadores de Operación Triunfo, un programa de televisión de gran éxito en aquella época, y que llevaba más de 100 años en antena, tenía grandes probabilidades de gobernar, aunque fuese en coalición con el Partido Popular Socialista de Izquierda Convergente, reducto de la política del siglo anterior y cuyo lema fue: “Te vamos a robar. La honestidad por delante”.

Ante la perspectiva de que las elecciones se hubiesen convertido en un circo mediático, y no “representasen ya la voluntad democrática de un pueblo que vota de manera informada” (declaraciones del presidente 100010, el segundo nacido no-humano en ocupar tan alto puesto), se decidió, a un mes de las elecciones, en el límite legal para cambiar la ley electoral, y por una mayoría de 900 votos frente a 37 (todo el arco parlamentario frente al Partido Por la Vuelta del Carlismo), prohibir las campañas electorales.

Desde ese momento, tal y como especificaba la Ley para la Racionalización del Proceso Electoral, quedaba terminantemente prohibido todo acto publicitario de un partido político llevado a cabo por todo ente que no fuese un avatar estandarizado de acuerdo a una norma publicada en el BOE (Boletín Oficial de los Estados). Además, a cada partido le fue asignado un número de forma aleatoria que pasó a sustituir su nombre oficial, siendo completamente secreta la correspondencia entre la cifra y el partido al que representaba, lo que provocó de manera efectiva que la propaganda realizada anteriormente a la aprobación de la ley quedase automáticamente invalidada al desconocer la población qué número había correspondido a cada partido concreto. Se autorizó asimismo el envío de un único archivo conteniendo el programa electoral de cada partido, por riguroso orden numérico y según un modelo formalizado, a cada ciudadano del país a través de la HoloRed.

De esa manera, según el presidente 100010, se perseguía “que el voto sea emitido en base a la ideología o proyectos de un partido y no por las filias o fobias despertadas por sus respectivos líderes, militantes o simpatizantes”.

Tras comprobar que la medida ocasionó las cifras más altas de abstención (95%) y de voto en blanco (80%) conocidas desde la Transición, se decidió…

Vía | Las Penas del Agente Smith

2 comentarios:

Curumbao dijo...

La verdad es que es altamente gracioso, pero.... ¿por qué volvimos a las rupias?

Ahores dijo...

No lo sé, pero es simplemente tronchante xD