martes, 12 de septiembre de 2006

El triunfo de la censura

Estos días he asistido algo atónito a la estúpida polémica que se ha generado en torno al caso Rubianes. En versión resumida, el artista gallego se vio obligado a retirar su obra "Lorca eran todos" del Teatro Español de Madrid a raíz de las fuertes presiones del importante lobby ultraderechista de Madrid sobre los gestores de este Teatro. Estas presiones vienen porque el Sr. Rubianes, en una entrevista televisada en TV3 a finales de Enero, tuvo la osadía de decir lo que pensaba.
A raíz de eso, los medios de la ultraderecha (Libertad Genital, El Mundo, ABC, etc.) empezaron con sus historias de que si insultó a España y bla bla bla. Bueno, escéptico que es uno, estuve investigando por la red y no pude encontrar ninguna transcripción de las polémicas declaraciones del Sr. Rubianes, pero como a falta de pan buenas son tortas, aquí está el vídeo con los trozos de la entrevista que dieron origen a la polémica (el montaje es de un ofendido español, así que está todo lo que dió lugar a polémica, nada de camuflaje rojo/progre). Está medio en catalán, medio en español, pero se entiende de sobra. Veámoslo pues:



Vaya, vaya. Como uno ya se imaginaba al leer los escandalizados titulares de los diarios de la ultraderecha, las declaraciones del Sr. Rubianes fueron totalmente sacadas de contexto. Cuando habla de la "puta España" y de que "se la metan por el culo" se está refiriendo a los ultras católico-naciones de la extra derecha, sí, esos que están todo el día dando la murga con la unidad de España y la masonería y bla bla.
Por tanto, después de ver las declaraciones en su contexto, no puedo menos que suscribirlas en su totalidad. ¿Que se pasó al decir lo que pensaba tan crudamente? Puede ser, pero al menos fue sincero y dijo lo que pensamos muchos en este país y nos vemos obligados a callar. Yo también estoy hasta las narices de tanto facha que se cree que España es solo suya y que solo se puede ser español a su manera. Yo me considero tan español como el que más y sin embargo "me suda la polla la unidad de España", es que me la suda del todo. Nunca entendí ese concepto y nunca lo entenderé y por mí pueden "metérselo por el culo" exactamente como dijo Rubianes. Y claro, luego alguno se extraña cuando algunos no quieren ser de la España que los censura, los boicotea, los desprecia y los insulta. Pues muy normal...

De todos modos, no deja de ser curioso que todo un enemigo de España como Rubianes, resulta que es de los pocos que hablan castellano en la catalana TV3. Y, por si fuera poco, ni siquiera es catalán como se ha afirmado en ciertos periódicos, es gallego.

Pero, hubiera dicho lo que hubiera dicho, el caso es que fue censurado de facto para que no estrenara su obra en Madrid. Obra que por cierto no era más que un homenaje a todos aquellos que lucharon contra el franquismo y pagaron con sus vidas por ello. Sea como sea, no me cabe en la cabeza que en un Estado supuestamente democrático como el nuestro, un determinado sector de la población tenga el poder de censurar a los que no le son simpáticos. Porque además no tiene ningún sentido, ¿desde cuando el valor de una obra se mide por la ideología del artista? Es tan clamoroso lo que han hecho con él, que hasta un columnista de la derecha más rancia como Prada se muestra indignado por esta vil censura.
Debe ser que el coleccionable de El Mundo nos hace viajar hacia atrás en el tiempo y estamos de nuevo en la época franquista y yo no me he enterado. Porque, de verdad que no me cabe en la cabeza que tengamos que sufrir este tipo de censuras en España. Pero eso sí, la derecha ha vuelto a fracasar en su empeño porque lo único que ha conseguido es hacerle publicidad gratuita a Rubianes, y gente como yo, que probablemente nunca hubiera oído hablar de "Todos éramos Lorca" ahora estemos deseosos por verla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En Madrid se va a poder ver en el Auditorio de CC.OO a pesar de los rugidos de los nazis

Ahores dijo...

Sí, lo leí en El País. Pero eso no es disculpa para el cisco que se ha montado por sacar unas declaraciones fuera de su contexto, y más teniendo en cuanta que estamos en un Estado donde se supone que tenemos derecho a la libertad de expresión. Incluso aunque hubiera dicho cosas con las que no se pudiera estar de acuerdo seguiría sin haber motivo para censurarle, por supuesto siempre que no entrara en delitos como la apología del terrorismo y demás. Pero salvo eso, el resto es censura, algo que creíamos ya superado.

Ahores dijo...

Y por cierto, estoy también hasta las narices de los comentarios de los columnistas de la ultraderecha que llevan toda la semana dando la brasa con qué pasaría si las declaraciones hubieran sido al revés. Pues exactamente lo mismo, me yo desde luego me habría escandalizado exactamente igual si en Barcelona se censurara a un artista que en alguna ocasión hubiese dicho que estaba hasta los cojones del Estatut y que se lo metieran por el culo, por ejemplo. Declaraciones que, por cierto, también suscribiría.