Leo con indignación la noticia de que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha decidido reducir a la mitad la capacidad de generación de energía eólica prevista en el Plan Energético de Andalucía y que ascendía a 4000 Mw para el 2010. La orden del ministerio es limitar esta capacidad a 2074 Mw, y argumenta para ello que la instalación de esa potencia desbordaría la capacidad de absorción del sistema eléctrico nacional.
Aunque, como digo, me parece indignante, tampoco me sorprende en exceso la noticia. El caso es que la energía eólica es la energía renovable que mayor potencial tiene actualmente en el mundo y España es una potencia en este campo y eso es malo, muy malo para los que cortan el bacalao en el sector de la energía.
Para empezar, el argumento es totalmente inadmisible dado que el objetivo, al menos para un país como España que ha firmado el Protocolo de Kyoto, es aumentar significativamente el porcentaje de energía producida a partir de fuentes renovables. Así pues, si se instala más potencia eólica de la que puede absorber el sistema, la solución es muy simple: desmantelar las infraestructuras de producción de energía más contaminantes, las centrales termicas. Y ya está, con eso se matan dos pájaros de un tiro, aumentamos el porcentaje de utilización de energías renovables y disminuímos la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos. Por lo tanto, que no nos venga el señor Montilla con milongas para intentar justificar lo injustificable.
Lo que realmente hay detrás de esta decisión son los oscuros (aunque en este caso luminosos...) intereses de las grandes eléctricas. Por un lado se ahorran el gasto que representa invertir en el cambio de fuentes energéticas y por otro lado se aseguran de que no entre en el sector competencia de pequeñas empresas que dominan la tecnología en el sector y que a medio plazo podrían ganar una importante cuota de mercado. Y, más por detrás, más discretas y mucho más poderosas están las petroleras. Ah, amigos, hete aquí el auténtico quid de la cuestión. La electricidad generada en el mundo tiene su origen principalmente en la quema de combustibles fósiles y las petroleras son las que dominan el todo cotarro al controlar la materia prima. A ninguna de las grandes petroleras le interesa perder su fuente de beneficios, ni mucho menos llevar a cabo la reconversión que sería necesaria para que pudiesen entrar en el sector de las energías renovables.
Y como además vivimos en un sistema donde quien manda es Don Dinero, los gobiernos apoyan a las petroleras y no hacen nada por darle a las energías renovables el impulso necesario para su despegue definitivo. La prueba está en que a medida que sube el precio de los combustibles en todo el mundo, las petroleras aumentan su margen de beneficios. ¿No debería ser justo al contrario? ¿No deberían hacer algo los gobiernos para impedirlo? Aunque todos sabemos que la respuesta a ambas preguntas es sí, esto es el neoliberalismo señores, y aquí no mandan los intereses de los ciudadanos o del medio ambiente, aquí lo que manda es el interés de las megacorporaciones.
Esta es la gran desgracia del sistema, la economía manda por encima de cualquier otra consideración y así se explica que los USA no firmen el Protocolo de Kyoto o que ningún país haya hecho nada realmente serio para promover el uso de energías renovables. Verdaderamente es triste. Eso sí, no lo digáis muy alto que luego os llaman rojos y/o progres.
Aunque, como digo, me parece indignante, tampoco me sorprende en exceso la noticia. El caso es que la energía eólica es la energía renovable que mayor potencial tiene actualmente en el mundo y España es una potencia en este campo y eso es malo, muy malo para los que cortan el bacalao en el sector de la energía.
Para empezar, el argumento es totalmente inadmisible dado que el objetivo, al menos para un país como España que ha firmado el Protocolo de Kyoto, es aumentar significativamente el porcentaje de energía producida a partir de fuentes renovables. Así pues, si se instala más potencia eólica de la que puede absorber el sistema, la solución es muy simple: desmantelar las infraestructuras de producción de energía más contaminantes, las centrales termicas. Y ya está, con eso se matan dos pájaros de un tiro, aumentamos el porcentaje de utilización de energías renovables y disminuímos la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos. Por lo tanto, que no nos venga el señor Montilla con milongas para intentar justificar lo injustificable.
Lo que realmente hay detrás de esta decisión son los oscuros (aunque en este caso luminosos...) intereses de las grandes eléctricas. Por un lado se ahorran el gasto que representa invertir en el cambio de fuentes energéticas y por otro lado se aseguran de que no entre en el sector competencia de pequeñas empresas que dominan la tecnología en el sector y que a medio plazo podrían ganar una importante cuota de mercado. Y, más por detrás, más discretas y mucho más poderosas están las petroleras. Ah, amigos, hete aquí el auténtico quid de la cuestión. La electricidad generada en el mundo tiene su origen principalmente en la quema de combustibles fósiles y las petroleras son las que dominan el todo cotarro al controlar la materia prima. A ninguna de las grandes petroleras le interesa perder su fuente de beneficios, ni mucho menos llevar a cabo la reconversión que sería necesaria para que pudiesen entrar en el sector de las energías renovables.
Y como además vivimos en un sistema donde quien manda es Don Dinero, los gobiernos apoyan a las petroleras y no hacen nada por darle a las energías renovables el impulso necesario para su despegue definitivo. La prueba está en que a medida que sube el precio de los combustibles en todo el mundo, las petroleras aumentan su margen de beneficios. ¿No debería ser justo al contrario? ¿No deberían hacer algo los gobiernos para impedirlo? Aunque todos sabemos que la respuesta a ambas preguntas es sí, esto es el neoliberalismo señores, y aquí no mandan los intereses de los ciudadanos o del medio ambiente, aquí lo que manda es el interés de las megacorporaciones.
Esta es la gran desgracia del sistema, la economía manda por encima de cualquier otra consideración y así se explica que los USA no firmen el Protocolo de Kyoto o que ningún país haya hecho nada realmente serio para promover el uso de energías renovables. Verdaderamente es triste. Eso sí, no lo digáis muy alto que luego os llaman rojos y/o progres.
2 comentarios:
No dijiste que aquí en Galicia también nos han capado nuestras previsiones de potencia eólica a la mitad.
Si, está claro que es por puros intereses económicos, a saber cuales son los oscuros hilos que mueven nuestros destinos. El caso es tener envidia, porque en Galicia tenemos de todo menos energía....hasta ahora, que podríamos ser autosuficientes con la energía eólica e hidroeléctirca (porque al contrario que otros lados de españa, tenemos agua a mansalva). Y no, no es un manifiesto independentista, aunque podría serlo.
Lo que leí yo es que no había una infraestrucutura capaz de soportar las fluctuaciones de tensión (o potencia, no sé la magnitud) propias de que a veces sople más o menos viento, y eso sí, si en vez de 6000 Mw (que eran las previsiones pa Galicia creo) tenemos 4 o 3, entonces si?¿ En ese caso que hable con fomento, y en vez de capar que invierta en esa infraestrucutra, en vez de en tirar los árboles de delante del museo Thysen-Bornemitzsa :S
De todas formas, si fueramos independientes del petróleo, declararían la crema de orujo arma de destrucción masiva e invadirían las bateas para confiscar la producción del mejillón macho, así que....
No mencioné Galicia porque la noticia iba sobre Andalucía, pero vamos que sí, que el recorte es a nivel nacional y afecta a todas las comunidades autónomas.
Y no es "a saber cuales son los oscuros hilos que mueven nuestros destinos". Están perfectamente a la vista, el problema es que cuentan con la complicidad de los gobiernos y es fácil luchar contra ellos.
Y claro que Galicia podría ser autosuficiente, Galicia y cualquier comunidad autónoma. A largo plazo cualquier territorio puede sr autosuficiente aprovechando sus energías renovables. El problema es que esto no le interesa a las multinacionales y por eso no se hace.
Lo de las infraestructuras es una tomadura de pelo. Si no están adaptadas, pues se adaptan, que para eso está el Estado y no para andar apoyando a la $GAE, entre otros gastos estúpidos.
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