lunes, 1 de mayo de 2006

Falacias (I)

Todos sabemos que hoy en día los medios de comunicación no se caracterizan precisamente por su objetividad o veracidad, de modo que voy a iniciar una serie de post en los que trataré de hacer un resumen sobre los diferentes tipos de falacias que nos podemos encontrar.
Pero, antes de entrar en materia, quisiera exponer unos conceptos básicos sobre lógica y silogismos.


Primero, ¿qué es la lógica? El diccionario define la lógica como "la ciencia del razonamiento, del examen, del pensamiento y la inferencia". La lógica permite analizar una afirmación o un razonamiento y determinar si es correcto o no. Dicho de otro modo, es la disciplina que estudia los pensamientos en cuanto a sus estructuras mentales para facilitar el raciocinio correcto y verdadero.

Segundo, ¿qué es un razonamiento? Un razonamiento o silogismo es una serie de afirmaciones conectadas para establecer una proposición definida.
Por supuesto existen varios tipos de silogismos. Trataremos aquí solamente los silogismos deductivos, que son vistos como los más precisos y persuasivos, proveen evidencia terminante de su conclusión, y pueden ser válidos o inválidos. El silogismo más sencillo consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos. Las dos primeras se denominan premisas, y la última, conclusión.

Una proposición es una afirmación que puede ser verdadera o falsa. La proposición es la definición, el significado de la afirmación; no el arreglo preciso de las palabras para transmitir ese significado.
Por ejemplo, "Existe un número primo par mayor que dos" es una proposición (falsa, en este caso). "Un número par y primo que sea mayor que dos existe" es la misma proposición, reformulada.

Las premisas son las hipótesis esenciales sobre las que están construidas las afirmaciones, o para decirlo de otra manera, las razones para aceptar el silogismo o razonamiento. Las premisas son solamente premisas en el contexto de un silogismo en particular, y pueden ser conclusiones en otros silogismos.
Se debe siempre expresar las premisas de un silogismo explícitamente, respetando el principio del audiatur est altera pars. Las premisas de un silogismo generalmente comienzan con palabras como "Asumamos..." o "Supongamos...", "Obviamente...", "Debido a...", etc.

Una vez que tenemos las premisas, el proceso de razonamiento a través del cual partimos de las premisas para llegar a la conclusión se denomina inferencia. Tanto las premisas de las que se parte como la inferencia deben ser válidas para que la proposición resultante también lo sea. Inicialmente, se puede inferir solamente de las premisas del razonamiento. Pero a medida que el razonamiento avanza, el número de afirmaciones disponibles para inferir aumenta.

Finalmente, llegamos a una proposición que es la conclusión del silogismo, resultado del último paso de la inferencia. Al igual que las premisas, una conclusión solo es tal en el contexto de un razonamiento en particular, pudiendo ser una premisa o hipótesis en otro razonamiento.

Al construir un silogismo, pueden ocurrir varias cosas

  • Se puede construir un razonamiento válido a partir de premisas verdaderas y llegar a una conclusión verdadera.
  • Se puede construir un razonamiento válido a partir de premisas falsas y llegar a una conclusión falsa.
  • Se puede comenzar con premisas falsas, proceder por medio de una inferencia válida y alcanzar una conclusión verdadera. Por ejempl
Ejemplo:
Premisa 1: Todos los peces viven en el mar (falso)
Premisa 2: Los delfines son peces (falso)
Conclusión: Luego, los delfines viven en el mar (verdadero)
Sin embargo, lo que no es posible hacer es comenzar con premisas verdaderas, proceder por una inferencia deductiva válida y llegar a una conclusión falsa.

Así pues, tenemos que

  • Si las premisas son falsas y la inferencia es válida, la conclusión puede ser verdadera o falsa.

  • Si las premisas son verdaderas y la conclusión es falsa, la inferencia es inválida.

  • Si las premisas son verdaderas y la inferencia es válida, la conclusión deberá ser verdadera.

Esto se puede resumir en la siguiente tabla:

Tabla de verdad para implicaciones

Premisa

Inferencia

Conclusión

A

A => B

B

Falsa

Válida

Falsa

Falsa

Válida

Verdadera

Verdadera

Inválida

Falsa

Verdadera

Válida

Verdadera



Por lo tanto el hecho que un razonamiento sea válido no significa necesariamente que la conclusión también lo sea ya que pudo haber partido de premisas falsas.
Si un razonamiento es válido, y además partió de premisas verdaderas, se denomina razonamiento confiable. Un razonamiento confiable debería llegar a una conclusión verdadera.

Ejemplo:
Premisa 1: Todos los animales son mortales (verdadero)
Premisa 2: Todos los hombres son animales (verdadero)
Conclusión: Todos los hombres son mortales (verdadero)


Y ya para terminar, las falacias son defectos técnicos en la construcción de los razonamientos o silogismos o dicho de otro modo, trampas en el razonamiento. Esto hace que el razonamiento sea independiente de la verdad de las premisas o la conclusión, y se denominan falacias o argumentos falaces, es decir erróneos o incorrectos.

En el próximo post comenzaremos a ver los distintos tipos de falacias.

2 comentarios:

zetxek dijo...

Lo siento, veo un claro dato falso:
Premisa 1: Todos los animales son mortales (verdadero)
Premisa 2: Todos los hombres son animales (verdadero)
Conclusión: Todos los hombres son mortales (verdadero)

Cómo que todos son mortales? Chuck Norris no lo es!
XD

Bueno, ahora en serio, está entretenido, parecen los apuntes de alguna de mis clases de filosofía del instituto (extrañamente algunos de los conocimientos adquiridos en esa asignatura me han sido muy muy útiles en la carrera en determinados momentos!)

Ahores dijo...

xD, pero no, recuerda que Chuck Norris no es un hombre, es un Dios.

Y bueno, esa es la idea, hacer un simple repaso sin entrar en complejidades de los tipos de falacias, y para eso hacía falta tener unas nociones mínimas de lógica.
Yo creo que la Filosofía debería ser obligatoria en todo el Bachillerato, pero no la historia de la filosofía, sino la filosofía de verdad, porque es una disciplina útil en cualquier ámbito de la vida.