sábado, 6 de mayo de 2006

Matrimonio Homosexual

Quisiera reproducir aquí un post que Filo publicó en el Foro de Shailah sobre el matrimonio homosexual, texto que a su vez sacó de un trabajo que había hecho sobre este tema para una asignatura de su carrera.

"Hace algunos meses, el actual gobierno de España lanzó una propuesta de ley, qué ya había utilizado en el proyecto político de las pasadas elecciones, qué no ha dejado indiferente a nadie. Se trata de la ley que permitirá el matrimonio entre personas del mismo sexo, ley que ha abierto uno de los debates más intensos y polémicos del momento, que atañe todas las disciplinas, grupos sociales e instituciones, siendo la iglesia, la biología, la antropología, y los propios beneficiarios de dicha ley, entre otros, quienes tienen un papel importante a la hora de criticar y defender la propuesta.

La iglesia, junto a grupos conservadores y tradicionalistas, se ha convertido en la principal oposición al matrimonio gay. Estos califican de antinatural la unión de dos personas del mismo sexo, alegando tanto razones biológicas (el matrimonio debe ser la unión de un hombre y una mujer dado que solo así se pueden concebir hijos y estos deben tener referencias de ambos sexos) y divinas (Dios creó a Adán y a Eva...). No ven el matrimonio como una convención social, si no que este se basa en la voluntad creadora de Dios. Algunos incluso llegan a utilizar argumentos etimológicos respecto a la palabra 'matrimonio' y la necesidad de la procreación que se derivan de matriz, madre,...etc., definiendo como 'gaymonio' dicha unión, que pese al respeto que pretenden trasmitir, no deja de ser otra forma de decir 'matrimonio falso’. El matrimonio tradicional para ellos se convierte en un universal, que de romperse, acabaría dando fin a la moral y la estructura social establecidas.

Antes de pasar al análisis puramente antropológico, que es la razón principal de este ensayo, me gustaría comentar los penosos argumentos expuestos por la iglesia a fin de no confundir juicios y prejuicios. Lo primero que desearía, es explicar que, pese a ser una postura un tanto materialista (como la del antropólogo Marvin Harris), la cultura y sus variaciones, (refiriéndome a las distintas elecciones por parte de las distintas culturas), se basan en la protección del grupo, es decir, la creación de un estilo de vida que posibilite su supervivencia. Así pues, los esquimales tienen una cultura muy diferente a la de los Nuer, dado que los diversos factores que determinan sus culturas, (clima, geografía, biología humana, historia,...) la moldean, buscando lo mejor para ellos en el marco de sus posibilidades.

Pese a compartir una base biológica idéntica, los seres humanos hemos creado distintas culturas para posibilitar la integración de nuevos miembros al cúmulo de circunstancias que nos rodean, y entre los comportamientos culturales expuestos al condicionamiento circunstancial, se encuentra el matrimonio.

Sí, el matrimonio hombre-mujer más hijos no es una máxima de la humanidad, y menos de la naturaleza (a la que también pertenecemos junto con la cultura), donde se han encontrado muchos casos de homosexualidad generalizada (cómo pasa con los bonobos, una clase de chimpancé muy próxima a nosotros genéticamente hablando). Además, existe un caso concreto en el reino animal que resulta muy didáctico para el tema que estamos a tratar. Dos cisnes macho, a veces forman parejas estables y cuidan las crías de una anterior pareja hembra de la cual uno de ellos fue el progenitor. Es visto pues que la base biológica de muchos argumentos en oposición al matrimonio gay es inválida desde el punto de vista estrictamente lógico.

Lo cierto es que en muchas culturas, pese a que la molécula familiar de la nuestra (hombre, mujer e hijos ) es de las más comunes, por el hecho de ser necesario establecer el padre y madre legal de las criaturas que nazcan fruto de las relaciones sexuales, así como sus obligaciones respecto cuidados y educación , existen muchos tipos de matrimonios, tales como la poligamia o el matrimonio simbólico entre dos mujeres en los nuer, y comportamientos sexuales de todo tipo, como el hecho de que los esquimales compartan sus esposas con otras personas. Estos son debidos, al igual que nuestro tradicional matrimonio, como venimos exponiendo, a los distintos factores en los que se desarrolla la cultura y a las necesidades del ser humano en particular. En ciertos grupos del Tíbet, Nepal, India...etc., la poliandria fraternal (tipo de poligamia donde varios hermanos se casan con una sola mujer) solucionan conflictos por los terrenos agrícolas, que de repartirse entre los hijos en razón de una herencia, acabaría con la ruina para todos dada su escasez.

El problema al analizar esto, es cuando se parte de la premisa de que el sexo sólo tiene la función de concebir hijos y por extensión, el matrimonio. Realmente, junto a la reproductora, el sexo tiene la función de entablar lazos de afecto entre los participantes, siendo de gran ayuda para especies que necesitan vivir en comunidad y que no están tan programados como las hormigas y otros insectos sociales. Probablemente, al igual que los bonobos, y a modo de hipótesis, el ser humano, inicialmente fuese por naturaleza un animal bisexual, y que por ciertas necesidades culturales, como la estructuración social, y biológicas, en nuestra cultura se tendiese y normalizase el matrimonio heterosexual, pero que tal vez ahora no tenga sentido en una sociedad con unas condiciones como la nuestra.

Llegando al análisis antropológico, cabe hacerse una pregunta que a lo mejor nos deberíamos haber preguntado con más antelación pero que todavía no vamos a contestar: ¿que es exactamente el matrimonio?

No podemos hablar de matrimonio sin hablar antes de parentesco y relaciones de parentesco, que en una breve definición, se podría decir que se trata de la genealogía que marca la estructura familiar y social de una cultura. En ella se habla de las relaciones y funciones que representan los distintos familiares en la propia familia y en la sociedad.

Uno de los primeros antropólogos que se dio cuenta de la importancia del parentesco, fue Lewis Henry Morgan (1818 -1881). Enmarcado en el paradigma evolucionista, aparte de trasmitirnos sus ideas, cuya crítica fue esencial en el desarrollo de la disciplina, (dado que se basaban en la visión unidireccional de la historia, la cual fue demostrada como falsa), es uno de los principales artificieros del vocabulario y terminología utilizada para las relaciones de parentesco, al ser él quien por primera vez aisló y consideró el conjunto semántico específico, un conjunto de significados. Defendía la idea de la unidad fundamental de la familia humana.

Pasando ahora al estructural-funcionalismo con Radcliffe-Brown, el parentesco es visto por este autor como el organizador de la estructura social, definida como "la red de relaciones sociales observables empíricamente". La función de parentesco entonces, será la de establecer los grupos sociales a través del principio de la filiación. Según esta corriente del pensamiento antropológico, las terminologías del parentesco eran formas de clasificación social que permitían distinguir: El universo del parentesco (¿quiénes son parientes y quiénes no?), las gradaciones y distintos tipos de relaciones sociales según la ubicación de cada uno en una red de parentesco y la clasificación de grado de parentesco, a la cual corresponden actitudes, rituales de cortesía, prescripciones e interdicciones matrimoniales…etc. De estas se deriva el entramado normativo de la sociedad.

Finalmente cabe destacar las aportaciones de Levi-Strauss, antropólogo francés que constituye el principal autor del paradigma estructuralista. Él, con su compleja metodología, estudió el parentesco entre otros muchos temas.

Como hemos visto, las relaciones de parentesco cumplen unas funciones, y podríamos definir matrimonio de forma genérica como la unión entre personas por la que mediante un ritual, pasan a tener una serie de derechos y deberes que los comprometen con la sociedad de su cultura y las respectivas familias de los comprometidos. Además, el matrimonio cumple la función de estructurar el grupo y otorgar cierta categoría y roles a los participantes del matrimonio.

Partiendo de esto, no tiene sentido negar el derecho a los homosexuales al matrimonio, a no ser que deseemos apartar o marginar una parte de la sociedad, porque el matrimonio ha dejado de ser un mero mecanismo para asegurar la reproducción y el cuidado de nuevos miembros (aparte de porque ya existen métodos reproductivos sin necesidad de practicas sexuales interpersonales). En la actualidad, en nuestra cultura, el matrimonio se ha convertido en un “pacto” por el cual dos personas deciden compartir sus vidas ( incluyendo los elementos materiales) y formar alguna de las variantes familiares existentes ( recordando que mujeres u hombres solteros con hijos también son familias ), siendo esta de gran importancia a nivel social y de gran prestigio cultural. De estas premisas deduzco que moralmente es un error no dejar participar a una serie de personas de este ritual sólo porque han elegido como pareja a otra del mismo sexo.

La problemática que se nos plantea ahora son las posibles lagunas legales que se produzcan en nuestro sistema legislativo, el cual hasta este momento se había adaptado al matrimonio tradicional. En cuanto a las consecuencias antropológicas, habrá que cambiar algunas nociones, como las de matrimonio, familia, padres…etc. Porque lo que define a la familia es la cultura, y esta ha de adaptarse a las necesidades de las personas y a las circunstancias del momento. No podemos seguir con tradiciones de un pueblo de clima árido de hace 2000 años de antigüedad, sólo por la influencia que su religión tuvo en el mundo al universalizarse, sin tener ni un solo argumento posible, sin que este no se convierta en falacia, mientras personas reprimen sus sentimientos y necesidades con millones de razones a favor que muchos desacreditan con prejuicios sujetos en la nada."


Desde luego, suscribo totalmente el contenido de este texto, salvo las matizaciones que en su día ya le hice a Filo sobre el último párrafo, ya que el cristianismo no se basa para nada en las tradiciones "de un pueblo de clima árido de hace 2000 años".

8 comentarios:

zetxek dijo...

Arg. Son las 3 de la mañana, no me lo voy a leer ahora, quién sabe si quizás otro día...
Pero oye, la síntesis es una virtud, no un defecto (no sé si sobra texto, aún no lo he leido, pero se hace largo a la vista xD)

Curumbao dijo...

No es por ofender, pero menuda mierda de comentario zetxek (si quieren moderar el mío, que lo moderen).

La verdad es que había visto el tocho texto ya en el foro, pero no tenía tiempo, y lo acabo de leer. Y me ha abierto los ojos! No es que estuviera en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero no lo había visto desde este punto de vista del establecimiento de nuevas estructuras sociales.

P.D.1: No hablaste de que en la sociedad cristiana el matrimonio era una forma de obtener sexo legalmente, y gratis, y es más, si no me equivoco era un derecho del marido el hacer el amor con su mujer.

P.D.2: igualmente yo seguiré del bando de los que respetamos la unión entre personas del mismo sexo, pero preferimos que le otorguen otro nombre que no sea matrimonio. Ya sé que es un tecnicismo léxico, pero si tan estúpido es que quiera que le den otro nombre, no es más estúpido que ellos se nieguen a coger otro (cuando lo que importa es su amor o la unión en si?)

P.D.3: y última. Alguien piensa que puede llegar a compensar a dos amigos/amigas el casarse por las ventajas fiscales y de toda índole que ésto representa?

Anónimo dijo...

se me hizo un poco pedante de leer pero...

sí a los trios!

Ahores dijo...

Para zetxek:

Sorrys, el texto no es mío, es de un compañero, pero es muy interesante.

Para noralba:

Lo mismo, no es mío, pero me parece muy interesante. Por otro lado destacar que no entiendo la manía actual de la gente por acusar de pedante a todo lo que sea minimanente formal, cuando pedante significa, según el DRAE:
"1. adj. Dicho de una persona: Engreída y que hace inoportuno y vano alarde de erudición, téngala o no en realidad."
El que un texto esté en registro formal y/o nivel culto no quiere decir que sea pedante, simplemente los temas serios requieren ser tratados seriamente y no en debates del programa de la Campos.

Ahores dijo...

Para curumbao:

1) Tampoco hace falta faltar al respeto hombre.

2) Recalco que el texto no es mío, es de Filo, y sí, es ampliamente conocida la obsesión de los católicos con el tema sexual.

3) Yo estaba algo indeciso en cuanto a lo de unión o matrimonio, pero tras leer el texto de Filo creo que lo adecuado es llamarle matrimonio, todo lo demás es simple discriminación.

4) Y que es el matrimonio más que un acuerdo al que se llega para obtener todas esas ventajas. O es que por tener firmado un papel, el amor que pueda existit entre dos personas va a ser menos o mas?? Cuantos matrimonios de conveniencia se han hecho desde tiempos inmemoriales??

Anónimo dijo...

A parte de definiciones (que a veces dejan mucho que desear como bien puedes comprobar leyendo la definición de libertad) si digo que me resulta pedante es simplemente porque para mí un texto debe ser lo más claro y simple posible, evitando las ambigüedades.

Cuando lo he leído me ha parecido pesado ya que muchas construcciones gramaticales son menos simples de lo que podrían ser.

Para poner un ejemplo me recuerda al Guyton, no es que el libro sea incorrecto gramaticalmente o falto de contenido sin embargo podría explicar las cosas de una forma mucho más sencilla, como el Medical Fisilogy, que para mi gusto es mucho mas didáctico.

Ahores dijo...

Para noralba:
Si bien es cierto que hay unas cuantas faltas ortográficas y algunas incorrecciones gramaticales, yo no lo veo pedante, ni comparable al Guyton. Lo que sí es cierto es que trata de sintetizar muchísimas cosas en muy poco espacio, y quizá por eso parece tan "denso".

zetxek dijo...

Curumbao, no me ofende tu comentario, el mío igual no era muy constructivo, pero así le decía a ahores que había pasado por aquí y me quedaba pendiente la lectura xD

Respecto a la cuestión que trata el artículo... yo estoy a favor de su legalización (en X años parecerá aberrante que no se considerara antes, con la perspectiva que otorga el tiempo todo se ve de otra manera), y lo del nombre que se le de... me da igual. No sé si a quienes les afecta les importará, pero me parece que el nombre es secundario, lo importante es el reconocimiento del derecho.

Aún así, me sigue pareciendo muy denso el texto, y en eso quizás coincida con Noralba. Los textos divulgativos me gustan cuanto más claros, mejor, porque tras un léxico adornado se pueden esconder muchas otras cosas, y un a veces un texto más elaborado puede distraer sobre el tema que se desea recalcar... pero me estoy desviando del tema del post... jeje (y tenía razón, eh, a las 3 de la mañana antes de dormirme se me hacía pesado! ;-)

Saludos